Hacer Pilates ayuda a nuestro cuerpo a mantenernos en la postura correcta y evitar los dolores de espalda, hombros y cuello, que ocasionan con el tiempo estrés y fatiga.
Durante nuestro día a día con frecuencia caemos en malos hábitos posturales que nos llevan a posturas incorrectas y nos pueden generar dolor e incluso lesiones.
Si estos hábitos los repetimos durante mucho tiempo (por ejemplo, una
mala postura frente al ordenador durante ocho horas al día), es posible
que suframos desequilibrios y acortamientos musculares,
descompensaciones e incluso pérdida de la movilidad artivular.
Frente a esto, el método Pilates nos ofrece la ventaja de la reeducación postural: a través del movimiento consciente
(porque los seres humanos vivimos en movimiento, y no de manera
estática) podemos reequilibrar nuestra musculatura, convirtiéndonos en
personas más eficientes: nos moveremos mejor con un esfuerzo mucho
menor.
El trabajo con el método Pilates para la reeducación postural parte de una evaluación previa de la persona para evaluar su estado físico general y su estado muscular en particular. ¿Cuáles son sus hábitos de vida? ¿Es sedentario o practica ejercicio físico? ¿Qué tipo de desequilibrios musculares sufre? A partir de estas y otras preguntas se diseña un método de entrenamiento individualizado para cada persona.
A través de diferentes ejercicios y partiendo siempre de una postura corporal correcta se trabajan cualidades físicas como la fuerza muscular, el equilibrio, la coordinación o la flexibilidad. Todas ellas son básicas en nuestra vida diaria, en el ámbito deportivo y para la rehabilitación y readaptación de lesiones.
“La buena postura se puede adquirir acertadamente sólo cuando el cuerpo entero está bajo perfecto control."
A continuación puedes saber Como mejorar la escoliosis con Pilates...
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